Mil Historias por Contar y Miles por Vivir


            Como bien sabéis, o al menos los más allegados a mi persona sabrán, me encanta viajar. He estado en numerosos países y me he recorrido todas las carreteras de la península Ibérica. Sin embargo, os puedo asegurar que por extraño que parezca y pese haber estado en lugares tan históricos como Roma, tan emblemáticos como Brujas o el volcán Vesubio, misteriosos como el pueblo abandonado de Belchite o el lago Ness, las aventuras e historias que más he vivido y me han impresionado no están al lado de esta dimensión, si no en otra bien distinta formada por tinta y papel, como son los libros.


            He viajado al centro de la Tierra junto con  Lidenbrock, he sido el mago más famoso de la historia, un pequeño hobbit que pese a ser un “mediano” se convirtió en un gigante, he recorrido numerosos mundos de la mano de Lyra Belacqua, he descubierto cosas imposibles en la Ciudad de las Bestias, he sido Jinete de Dragones, he llegado a viajar en el tiempo junto al “Maestro”, he sido uno de los profesores de la Universidad de Harvard más conocidos de todos los tiempos, en el siglo XIX llegué a dar la vuelta al mundo en 79 días,  he sido el héroe más reconocido de todos los tiempos salvando a la Tierra de numerosos peligros, un galo que se enfrentó a todo un imperio, el periodista más aventurero jamás conocido…
            Os aseguro que a mis 20 años de vida, no he vivido ni mucho menos sólo 20 años, no, sin lugar a dudas, no. He sido tantas personas, he vivido tantas aventuras... 
            He levantado imperios ante mí, caí derrotado, salí victorioso de numerosas batallas, he conocido el sabor de la impotencia al ver morir ante mis ojos a personas queridas sin poder hacer nada, viajé al más allá para devolver el curso a las cosas, ante mis ojos se han abierto los paisajes más maravillosos así como los más agrestes que pueda conocer un humano, viaje por el universo, fui en busca de un mundo más grande y me di cuenta que lo único que me importaba, lo único que amaba, se encontraba sola en un pequeño planeta abandonado en el inmenso cosmos, fui uno de los grandes villanos de la historia y paradójicamente un valiente defensor de la luz. 
           Son tantas las historias que os tendría que contar, y faltan millones por vivir, que no sabría decir cuantas vidas en realidad he podido vivir. Tantos universos han sido poseídos por mí, en la palma de mi mano y tantos otros han estado a mi alcance…
           Sí, los libros tan amados por unos pocos y tan detestados por otros, pero todo esto no hubiera ocurrido, tantas vivencias no hubiera acontecido, sí, un pequeño de unos 4 años de edad, un día no hubiera abierto un cómic y sin tan siquiera leer, puesto no conocía la lectura, saboreara a través de las viñetas las numerosas aventuras que aquel intrépido periodista llamado Tintín vivía día a día, viñeta a viñeta, página a página, tebeo a tebeo… Para más tarde, con unos años más, poder por fin saborear en todo su esplendor  aquellas maravillosas aventuras y poco después dar el salto junto a hobbits, elfos y magos a mundos muchos más extraños y complejos, aquellos que forman los diferentes libros. No. No creo que haya vivido 20 años, para nada, no sabría decir a ciencia cierta cuantas vidas y cuantos años, pero eso poco importa porque ha sido espléndido todas y cada una de esas vidas, pese a los finales a veces felices otras tristes e impactantes.

            En cambio, ¿qué está pasando en la sociedad de hoy en día?
            Parece que la mayoría de las personas ya no leen, no se sienten para nada atraídas por el influjo poderoso de los libros. La culpa suele recaer siempre en la escuela, o padres y madres. Ante esto el gobierno puntualmente y solo excepcionalmente lanza campañas a favor de la lectura en los diversos medios de comunicación. Se tratan de campañas insípidas poco creativas y aburridas. Ciertamente no creo que ningún niño o incluso adolescente se sienta atraído por tal publicidad. Sin embargo, nos encontramos con un problema bastante más grave que el que verdaderamente nos muestra el paisaje en el que nos encontramos. Gracias a mis innumerables viajes por distintos lugares de Europa, he podido comprobar la dictadura que estamos viviendo en España. Mientras que en países como Reino Unido, Irlanda, Austria, Bélgica y demás comprar un libro está al alcance de cualquier ciudadano de a pie, en España los precios son en cierta manera tiránicos. No es cuestión ya de los sueldos medios que perciben en estos países, los cuales son mucho más elevados que la de nuestro país, si no que para colmo en España, un libro cualquiera suele valer más del doble que en esos países.
            Podemos poner como ejemplo la saga de George R. R. Martin que está tan de moda, hablamos de Juego de Tronos, cuyo último libro, el quinto de la saga, fue publicado hace escasas fechas. El precio de salida de dicho volumen era de 46€ la edición tapa dura y una preciosa cantidad de 36€ la edición de tapa blanda. Es curioso como comparando un único libro ya nos damos cuenta de que algo está pasando. ¿Sabéis cuanto costaban las mismas ediciones en Reino Unido? Pues bien, en Reino Unido el precio era mucho más bajo,  la edición en tapa dura salió por 14,50 libras, es decir, 18€; mientras que el libro de bolsillo salía por 6,42 libras, unos 8€. A lo que podemos sumar la edición coleccionista en donde podemos encontrar todos los tomos publicados hasta la fecha en un magnífico pack por sólo 27 libras, algo más de 30€. En España costaría mucho más de 100€ la edición de tapa blanda.

            Los políticos se han llenado la boca de exabruptos y descalificaciones contra los ciudadanos españoles, diciendo poco menos que España es un país de piratas, que los españoles lo queremos todo gratis, de que prácticamente somos una horda de delincuentes y catetos que no valoramos la creatividad y el esfuerzo ajenos. Es gracioso, ya que son los mismos que luego sacan leyes para que estos precios estén desorbitados. Y, aunque puede que no tanta gente recurra a las descargas ilegales en internet de libros, como podría darse en otros temas, sí que encontramos que existe un nutrido grupo que así lo hace, y que con la crisis actual hace que se incremente el número de personas que recurren a internet para poder saborear un buen libro, en vez de gastarse 30, 40€ en un libro. Es normal.
            Es curioso, a la par que triste, observar como se trata en España a la cultura como un bien de lujo, dejando de lado una vez más a los menos favorecidos, mientras que en otros países como hemos podido comprobar no sólo no se trata como un bien de lujo, si no que además se intenta acercar lo máximo posible al ciudadano de a pie, para su disfrute y como no, para su evolución como persona, ser social y ser reflexivo. Es incomprensible como dije anteriormente, teniendo en cuenta el salario medio de España 21500€ al año, y el de Reino Unido 40000€ al año, pueden permitir esta carnicería.
            Aun con los datos en la mano, seguramente alguno que otro me podría decir, que los precios tan desorbitados se debe a que hay que pagar una traducción y demás papeleos para quedarse con los derechos de un libro, a estas personas que así piensan, les invito a que vayan a cualquier librería y comprueben el precio de cualquier autor de habla hispana, o mejor aun, que sea español, podréis comprobar que aun así, los precios se encuentran desorbitados, rondando la mayoría de los casos los 25€ por libro, es decir exactamente igual que libros escritos en inglés, sueco, francés, etc..

            Es frustrante como ciudadano, que entre los numerosos recortes que le hacen a tu ciudad, uno de ellos sea dejar cerrado un biblioteca pública donde al menos todos tenían la posibilidad de interesarse y disfrutar de algún que otro libro. Quizá os parezca descabellado y cruel lo que voy a decir, pero se está fomentando gracias a los dirigentes de nuestro país la incultura. Es muy sencillo, cuanto menos sepa el pueblo, más poder ostentarán ellos, es imprescindible que el pueblo no se enriquezca de cultura, para que puedan controlarnos como les venga en gana. Y, si es mentira, que me lo demuestren tomando las medidas pertinentes. Un libro, uno sólo, puede ser el arma más peligrosa para cualquier poder, ya que puede hacer que una persona tan normal como usted o yo se haga preguntas un tanto irritantes, con las cuales pueda llegar a certezas un tanto molestas, y eso amigo mío, lo intentarán impedir a toda costa.

            Le invito, desde aquí, que haga un poco de detective y compruebe lo que he podido observar, se deben tomar medidas, debe conocerse. Seguramente saliera más barato gastarse el dinero en aprender inglés y leer los libros en el idioma anglosajón, que gastarse el dinero en un libro aquí en nuestro país.
            Es necesario leer, la lectura enriquece el alma. Debemos procurar como guías de las siguientes generaciones el amor por los libros. Este, no se debe hacer de modo imperativo, dejémosle que puedan volar junto con su imaginación en los diferentes tebeos, cómics, que puedan ellos manejar a edades tempranas. Ellos mismos, al cabo del tiempo necesitarán la necesidad y la curiosidad necesaria de explorar nuevos horizontes y con el paso del tiempo se convertirá en un explorador de libros tan avezado como cualquier lector del mundo.
            Hemos abierto una nueva puerta, en la cual nos adentraremos en un terreno inhóspito, pero debemos luchar, tenemos que darnos una oportunidad a nosotros mismos como a las generaciones futuras, empecemos a recuperar terreno dentro de la cultura, y en el caso de que no pudiera ser en formato físico, ya sabéis lo que se puede hacer, ha llegado el momento de levantarnos y gritar contra los que nos oprimen.

Comentarios

  1. Cuanta razón tienes, de hecho yo cada vez tiro más de biblioteca aunque visto el panorama, y por desgracia, las bibliotecas cada vez tienen un futuro más negro. El colmo es que cierran, algunas, por falta de personal y a personas como yo, que he estudiado para poder ser auxiliar de biblioteca, no nos dan la oportunidad de poner un pie en la biblioteca para trabajar o colaborar de algún modo. O bien dicen que es por falta de usuarios, y es que cierran justo cuando las personas tienen un hueco después de sus jornadas de trabajo o tandas de estudio... en fin...

    Y ahora con los libros digitales es ya lo que faltaba pero no me extraña que la gente se acabe pasando al formato digital por los precios que comentas. Yo hago muchas cuentas y por ejemplo la saga de George R. R. Martin la he tenido que dejar por imposible. No has podido poner mejor ejemplo.

    Y es una pena que las nuevas generaciones no puedan o no sepan apreciar lo que puede aportar una buena lectura por culpa de lo que está pasando en este país.

    Un beso.

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  2. Buenas reflexiones, casi sirven hasta para un trabajo de clase. :)

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    1. De hecho lo he utilizado de base para algún que otro trabajo que me han mandado en la facultad, gracias por comentar!! =)

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