El Parásito más Resistente: Una Idea

            "Preguntas muy interesantes que ya me gustaría poder contestar a todas. Voy a pasar los   próximos meses viajando febrilmente por medio mundo para saber eso que todos queremos conocer y que intuimos. Se nos acaba el tiempo vital y no se puede desperdiciar. Si alguno quiere conocerme personalmente y discutir alguna cuestión estaré en la FERIA DEL LIBRO en MADRID el próximo Sábado 1 de Junio en la librería Felipa (caseta 249) de 12:00 a 14 horas y el domingo 2 de Junio, a la misma hora, en la librería Blanco (Caseta 86)Un abrazo a todos !!!!!PD: preocuparos de disfrutar esta vida...ya habrá tiempo de llegar a la otra."

            Escrito por José Miguel Gaona en una entrevista digital




            Y es lo que comento últimamente, yo, ustedes, todos, poco a poco nos vamos, ante esto, cabe preguntarse por nuestro legado, ¿cómo y quiénes nos recordarán? Probablemente los más allegados a nuestra persona, familiares y amigos. Ciertamente, podría con eso muchas personas contentarse, más aún si su legado es bien recordado, ya que muchos de nosotros somos el conglomerado de un legado muy importante para nuestra sociedad y a la vez ciega, sorda y muda para ella, representamos a nuestros ancestros, somos su legado.
            Pero yo voy más allá, en los últimos años he cambiado increíblemente, y sobre todo mis creencias en lo que al ser humano trascendente se refiere, ha ido evolucionando poco a poco hasta llegar a lo que es hoy, una persona que ve maravillada como cientos de científicos se afanan por descubrir que es el Universo, que somos nosotros, y no por ello la creencia del hombre debe resentirse, sino que todo lo contrario, se debe ver doblemente reforzada.
            Me maravilla, fascina, ver como físicos llegan a conclusiones sino iguales, ciertamente parecidas a numerosos neurólogos o de distintas índoles de lo científico, ver como todo está conectado de alguna forma, comprender que prácticamente todo lo que hayas imaginado pueda ser la realidad que estás viviendo y que millones de personas intentan encontrar.
            Desde muy pequeño, todo esto ha sido innato en mi, preguntarme por todo lo que está a mi alrededor, aunque quizás no fuera alguien especial, pues, de alguna forma, todos los niños son curiosos, juegan y manipulan todo cuanto les rodea para conocerlo y a través de ello conocerse y crearse a sí mismo, luego, más tarde, toda esta magia, en muchas ocasiones, se pierde.
            Puede, que por algún momento, yo lo perdiera, sin embargo, con el paso del tiempo, seguía enamorado de esa bóveda celeste que tras la caída del Sol, daba paso a ese brillo tintineante y lleno de esperanzas de miles motas, que allá en los confines del tiempo, nos observan cuales reyes de un pasado remoto y próximo a la vez. Nunca había dejado de enamorarme cada vez que las veía aparecer hasta en las más oscuras de las noches, y nunca sin embargo, pensé cuantos secretos podrían albergar.
            No hace falta creer en un Dios para darle sentido a esto, bien es verdad que al parecer nada tiene sentido, nadie sabe a ciencia cierta como pasó, como llegamos a lo que llegamos y nadie sabe que va a pasar y porqué está pasando, son todo especulaciones y teorías, todas, en cambio, si la miramos con lupa, nos hablan de cuentos ya escritos en la imaginación de un niño. Historias jamás contadas en el cerebro e imaginación de una personita que imagina con volar a las estrellas, que viaja en el tiempo, que cree en diferentes representaciones de la realidad, ¿no es eso maravilloso? ¿No es maravilloso construir, amoldar la realidad, crearla, saber o intentar comprender el por qué de las cosas...?
            Eso debería de ser la labor de cada persona, ver su camino, descubrir su verdad, que hay detrás de él, crear sus propias conjeturas, sus propias disyuntivas, no dar cabidas a una única e inescrutable opción por la que dar sentido a sus vidas, ser uno mismo.
            Cada día vivo más enamorado de ese misterio que nos envuelve, de esa irrechazable oportunidad que nos damos para aprender más cada día de cada uno de nosotros y del Universo que nos rodea.
            El Ser Humano debería de centrarse en eso, dejar de lado un ego cada vez más creciente, en un mundo centrado en la competitividad, en dejar de lado a numerosos hermanos por nuestro bien común, un mundo muy distinto podría ser posible, utópico, quizás, pero no imposible.
            La moneda de cambio no debería ser el dinero que todo lo compra, sino las palabras de esperanzas que cada puerta que abre la ciencia nos trae a nosotros.

            A veces me pregunto si para conseguir todo esto haría falta varias vidas de "soledad" y reflexión para conseguirlo. Pensar en todo lo que supone este cambio de mentalidad no es fácil, no ser Yo, ser el mismo Universo, entenderlo, comprenderlo, darnos la oportunidad de saber que se esconde más allá de cada persona, de cada especie, de cada mundo, estrella, galaxia que lo habita. Ser uno mismo y a la vez un todo.
            Sueño con ello y moriré con la intriga de saber si se logrará conseguir, si podemos alcanzar una paz eterna en vida, y no esperar a que los focos de la función se apaguen y nos aplaudan allá donde quiera que vayamos.


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