El verdadero sentido de Amar

       Hoy no es ese día en el que os contaré tal o cual cosa sobre el Universo y sus misterios, o ¿quizás sí? Ya que voy a hablaros de mi perspectiva sobre el amor, la vida, relaciones de pareja y amistades.

Estoy realmente desalentado y cansado, casi diría yo sin fuerzas. Me siento un grano de arena en un desierto, o frente a una tormenta, me siento que no soy nada. Ha sido un año “complicado” aunque supongo que ante las penurias que cada día vemos a nuestro alrededor, ya muchos quisieran estar en mi pellejo.

La cuestión es, que las personas, como personas que somos, queremos, nos enamoramos e incluso llegamos a amar, y dentro de todo este maremágnum de sentimientos la vida sigue, con o sin esas personas, a pesar de lo que sintamos por ellas. A veces hay amistades que por el simple hecho de no hablar claras las cosas se rompen luego por el más ínfimo de los detalles, que si luego nos paramos a pensar todo lo que ocasionó esas discusiones, esos cabreos, y esas posteriores rupturas son meras gilipolleces. Siempre he pensado en mí como un chico de buen corazón con cierto impulso a tirarme por un acantilado… Y sí, claramente mi vida está plagada de esos impulsos y esas malas decisiones, sin embargo, lo que me puede distinguir del resto, es que luego, pese a mi ego, pido perdón, agacho la cabeza, escucho y asimilo todo lo que me tenían que decir… Luego de eso veo todo con una perspectiva más grande, y en la soledad lloro por lo idiota que fui de no haber sabido detectar un problema simple a tiempo y evitar lo que finalmente acaba pasando.


Podemos dialogar con unos y otros, podemos intermediar, pero no podemos forzar nada, aunque quisiéramos que todos volviéramos a ser uno. Si las personas solo son capaces de buscar culpables en el otro, y por ello no ceder y dar el paso, no se puede resolver ningún tipo de problema. Solemos pensar que nuestros actos son mejores que los que realiza el que tenemos en frente, pero no tienen que ser ni mejores ni peores, somos humanos y erramos. Podemos haber discutido, podemos habernos peleado, sí, en toda gran familia pasa, y no por ello dejan de quererse, no por ello los padres dejan de hablarse para siempre con los hijos y viceversa. La gente medianamente normal, no es así. Es verdad que a veces necesitamos espacio y nuestro tiempo de reflexión, pero si verdaderamente queríamos esa amistad al cabo del tiempo no se ponen  vetos estúpidos.

La vida es realmente corta, nuestra existencia realmente frágil, luego, si por desgracia les pasa algo a esas personas, de las cuales estoy seguro realmente queremos, pero por las circunstancias hacen que actuemos de manera errática, nos arrepentiremos toda la vida de no haberles tendido la mano, de no haber hecho borrón y cuenta nueva, de no haber sabido apreciar de que sí, se cometieron errores, y sí se reconocieron. Pero el pasado está escrito con tinta permanente y no se puede borrar, solo podemos aprender de él todo lo que podamos.

Que unos amigos de verdad se dejen de hablar durante años, solo acarrea a posteriori sufrimiento, ya que a fin de cuentas hablar es lo más importante, la principal causa para entenderse.
En una amistad igual que en una relación de pareja, no podemos pretender que tras una disputa o una discusión todo se resuelva bajo un mismo punto de vista, ya que lo precioso de la vida es que cada persona es única, y como seres únicos que somos cada uno de nosotros ha vivido incluso las mismas experiencias desde una óptica totalmente diferente. Si no creen esto, díganme como unos gemelos, que son 100% iguales en su genética resulta, finalmente, que son personas totalmente independientes el uno del otro. Lo bonito de hablar e intentar resolver los conflictos es el mero hecho de hacerlo porque eso significa que la persona, o las personas con las que tenemos un problema circunstancial nos importan y que más allá de nuestra opinión y nuestro ego queremos estar con ellas y entender lo que ha pasado. Pero entender lo que ha pasado como dije anteriormente no necesariamente suscita estar de acuerdo con el otro, no, pero sí en llegar a un acuerdo y que de alguna forma lo que ocurrió, el hecho desencadenante de la “tragedia” no se vuelva a repetir.

“El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio”. Amelia Brand, Interestellar.

¿No os habéis preguntado por qué queremos y amamos a los muertos? Normalmente todo puede ser explicado científicamente a través de nuestra propia evolución como especie, el problema viene, cuando algo tan mundano como amar a las personas que se han ido, no tiene ningún sentido social ni de ningún otro carácter que nos aporte una ventaja significativa con el resto de animales por la lucha en nuestra supervivencia. Pero desde que el ser humano es, así son las cosas, hacemos ofrendas a nuestros muertos y a través de ellos y del amor que aun sin vida les procesamos, el ser humano es capaz de crear su propia trascendencia.

¿Por qué os expongo esta explicación? Porque hoy en día nadie se para a pensar que es realmente el amor. La gente se vuelve loca cada día diciendo que está enamorada, que quiere a tal persona, y luego sufre al no ser correspondido, eso ocurre hoy día porque verdaderamente el sentido de amor lo hemos desvirtuado. Enamorarse, querer a una persona no significa que la ames, lo que significa es que quieres poseerla, es decir, que no podrías vivir sin ella, que si dicha persona se marcha de tu lado sufres, y no dejas de sufrir hasta que vuelve a estar cerca, que notas que el mundo se vuelve de un color gris cuando no está, que te asfixias cuando no eres correspondido… Estar enamorado implica una serie de mecanismos fisiológicos y químicos, que el amor no conlleva. Del mismo modo que cuando nuestros familiares y amigos nos dejan y no por ello dejamos de amarlos, cuando amamos de verdad a una persona lo que buscamos más que nada es su felicidad, y si dicha felicidad implica que dicha persona no esté a nuestro lado como pareja, se acepta, pero esa aceptación aunque sea paradójico no quiere decir que no ames a la persona en cuestión, lo que verdaderamente significa es que anteponemos su felicidad a la nuestra propia. Amar a alguien significa que con saber que es feliz esa persona amada, no importa la distancia ni el tiempo, siempre la amaras. Porque negar ese amor, es negar una parte de tu ser, es negarte a ti mismo. Nunca negaríamos a nuestros abuelos, a nuestros amigos, a nuestros hermanos o padres, ¿o sí? Negar algo que compone tu alma es destrozarte. Asumir a esa persona en tu corazón es amar.


Hay casos desgarradores de padres que pierden a sus hijos amados, y a pesar de ello con el tiempo, buscan otro hijo, ¿quiere decir esto que hayan negado a su otro hijo? ¿Quiere decir que ya no aman a su primer hijo? Me temo que no. En circunstancias de desesperación hay padres que envían a sus hijos fuera de su alcance, mirad las pateras que surcan los mares, mirad los niños sin sus padres, mirad los niños que huyen de guerras dejando a sus padres atrás, la vida puede ser muy dura, en determinadas circunstancias, esos mismos padres nunca verán caminar a sus hijos, nunca les oirán decir sus nombres, pero saben que ahí fuera, lejos de su alcance puede que un mundo mejor les espere, ¿no es eso amor? Si vemos este reflejo de manera muy simplificada veríamos un acto incluso de maldad, abandonar a los hijos a su suerte… Pero todo tiene un significado mucho más profundo. Amar, en este caso es darle una oportunidad de una vida mejor, a pesar de perder para siempre la posibilidad de compartir tu vida con tus propios hijos.
A veces la vida te golpea duro, y quizás vivas feliz con el amor de tu vida, y de un día para otro ya no está, un accidente, una enfermedad fulminante, una desaparición… Durante esos duros momentos hay personas que emergen para apoyarnos, y durante nuestro duelo en el que el amor descontrolado nos desgarra el alma, esas personas no nos dejan caer, cuando todo pasa en muchas ocasiones intentas darte una oportunidad, rehacer tu vida, normalmente quieres estar solo, porque veías en esa persona que se marchó algo que creerás que nunca jamás encontrarás, pero si alguien de las personas que estuvieron a tu lado quiere que intentes rehacer tu vida con ella, ¿qué haces? Es muy probable que en contra de lo que sientas, y de que pienses que todo va a fracasar, le des una oportunidad. ¿Quiere decir esto que salga bien o mal el “experimento” hayamos dejado de amar a nuestra anterior pareja? Permitidme dudarlo. De lo contrario, una vez más estaríamos renunciando a ser nosotros mismos.


No podemos renunciar a nosotros mismos. Por lo que podremos caer, golpearnos, herirnos, pero finalmente seguiremos hacia delante y nos uniremos con ellos en la luz de nuestro amor, estén o no a nuestro lado. Y como siempre, un mismo acto será visto por múltiples ojos, que interpretarán nuestra manera de proceder de forma distinta, para algunos seremos ángeles de la guarda, para otros jeroglíficos que no saben comprender, en cambio muchos pensaran que sólo somos fantasmas que no parecieran encajar. Pero a fin de cuentas es saber que amamos a dichas personas, sean cuales sean su punto de vista sobre nosotros mismos, lo que nos hace ser lo que somos. Eso, es lo que realmente importa.

Comentarios

  1. "Pero todo tiene un significado mucho más profundo."
    Completamente de acuerdo. Una reflexión muy intensa cargada de verdades. No creo que pudiese haberlo expresado mejor

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    1. ¡Muchas gracias por comentar! Opino que en esta vida no hay nada blanco ni negro, todo depende del punto de vista con el que se mire, y es verdad que no sólo ocurre esto con el amor, sino en la mayor parte de las cosas que podemos ir encontrándonos a lo largo de nuestra vida. La vida es una serie de ambigüedades y depende de cada uno de nosotros y de la forma en la que las interpretemos el dar un significado a estas y a la vida en sí misma.

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