Cuando la Tierra habla: El Rugido de Gaia
Hubo
un tiempo donde los hombres de una pequeña isla del ecuador del planeta
veneraban al dios de la Tierra. Un dios furioso y lleno de rabia, cuyos rugidos
hacían estremecer a la población. Debido al poder que los habitantes de esa
tierra podían ver en aquel dios, cuyos rugidos se escuchaban en kilómetros a la
redonda, decidieron organizar fiestas y bailes para complacerle. Sin embargo,
eso no fue suficiente para calmar la cólera del dios al que llamaron Volcano,
así que los grandes sabios decidieron a través de los sacrificios humanos
saciar su voraz apetito, primero fueron hombres fornidos los lanzados a la
caldera que se abría a través de la gran grieta que horadaba la tierra, pero no
tardaron en decidir sacrificar a mujeres, y más tarde a niños, pero nada de lo
que hacían parecía que surtiera efecto y así fue pasando el tiempo…
Hace
2 millones de años, se produjo en la tierra uno de los mayores cambios del planeta, la expansión del suelo submarino creó el gran Anillo de Fuego, gracias
a las placas tectónicas que se mueven por el calor del núcleo del planeta,
chocaron, provocando que una de las placas subdujera bajo la otra y formara
calderas que más tarde se convertirían en grandes volcanes en muchas de las
ocasiones. Esta formación recorre entorno a 40.000 km el planeta, provocando gran
actividad símica y volcánica en todas las zonas cercanas a la costa del océano
pacífico. Y dentro de este gran cinturón se encuentra un punto en concreto, un
punto que se sitúa entre las islas de Java y Sumatra. Un lugar donde la tierra
rugió con el más feroz de sus rugidos y se reveló frente a la prepotencia del
hombre, el nombre de la pequeña isla es Rakarta.
El
20 de Mayo del año 1.883 uno de los tres cráteres de la isla entró en erupción,
lanzando al aire numerosas toneladas de piedra pómez, una roca ígnea volcánica
vítrea, con baja densidad (flota en el agua) y muy porosa. Este dato es significativo
ya que nos dice que nos encontramos ante un estratovolcán un tipo que destaca
por capacidad explosiva gracias a la dinamita líquida, su lava viscosa y
pegajosa y su gran cantidad de gases. La erupción de este tipo de volcanes se
produce por culpa de la burbuja de gases que contiene la lava, estos quedan
atrapados dentro de la caldera ya que en el cónico volcánico se ha producido en
la mayoría de las ocasiones un gran tapón que impide la salida de materiales,
debido a esto la presión que sufre la lava a través de los gases va aumentando,
hasta el momento en que se produce un colapso y toda la materia es expulsada al
exterior violentamente. La erupción de ese día no fue de gran magnitud. Sin
embargo, todo cambiaría sólo 100 días después, a las 18:01 del 26 de Agosto, los
tres picos de la isla entrarían en erupción, elevando columnas de ceniza a 30 metros de altura y como consecuencia, disminuyendo la temperatura de los lugares
colindantes debido a que dichas cenizas ocultarían el Sol. Cuando todo parecía más calmado y llevando 34
horas activo se produjo el desenlace final. El 27 de Agosto entre las 5:30 y
las 10:02 am, se produjeron cuatro grandes explosiones las cuales se escucharon
a 3.000 km a la redonda. Fue la tercera detonación la más ruidosa de todas y como
consecuencia la más potente jamás registrada por el hombre, el 10% de la
población mundial de aquel entonces logró escuchar aquel atroz estruendo, fue
tal la potencia que equivaldría a 13.000 veces la detonación que se produjo en
Hiroshima que acabaría arrasando la ciudad. La isla voló en pedazos matando a más de
2.000 personas, no obstante las victimas no acabarían ahí.
Los
depósitos de tierra de la isla de Rakata, que una vez fuera la misma isla que
Krakatoa, nos da las claves de tan majestuosa explosión. El 20 de Mayo como ya
sabemos se produciría la primera erupción, que serviría a la postre como carta
de presentación de lo que acontecería luego. En dicha erupción, el magma que
nuestro volcán expulsó fue de magma claro, lo que nos lleva a la conclusión de
que el magma que salía de la caldera era del tipo frío. Lo que pasó luego fue
que desde el interior empezó a ascender el magma oscuro, asociado al magma
caliente, y a la postre se mezclaría con el primero de estos. La mezcla de magma
oscuro, ingirió grandes dosis de gases provenientes del magma claro que se
expandió. Dicha mezcla quedaría tan presurizado dentro de la cámara magmática,
que superó en fuerza el techo de rocas que la cubría, el magma ascendió
rápidamente arrasando toneladas de rocas. Esto sería el detonante del ruido.
Krakatoa
es conocido por ser el volcán más ruidoso jamás registrado por el hombre pero
también lo es por ser el más mortal. A las 2.000 víctimas de la demolición de la
montaña se les sumarían cerca de 35.000 más…
Los
flujos piroclásticos, semejantes a los de Pompeya en el año 77 (ver Cuando la Tierra habla: El Enemigo de Roma), se
levantaría hasta cerca de los 900 metros de altura, formando una gran ola de cenizas,
lava y gases que recorría a 300 km/h en 30 km de mar abierto matando a 2.000
personas en la isla de Ketimbang. En cualquier caso, el mayor de todos los cataclismos se hace
evidente cuando podemos ver la orilla de la isla de Java a 37 km del Krakatoa. Se
hacen evidentes grandes rocas de numerosas tonelada y formadas por coral que
solo puede crecer bajo el agua, por lo que debieron ser desplazadas por algún
tipo de fuerza inmensa desde el fondo marino. Si observamos un poco seremos
capaces de apreciar que algunas de las piedras están talladas, se trata de
grandes rocas que un día formaron el antiguo faro de la misma isla. Estos datos
nos revelan la presencia de un gran tsunami creado una vez más por la fuerte
erupción. Una ola que llegaría a encallar un gran vapor holandés a 3 km dentro
del continente y matando a cerca de 35.000 personas entre el oeste de Java y el
sur de Sumatra. La cara vertical del acantilado de la isla de Rakata nos dice
exactamente lo que sucedió para que se produjese el gran tsunami que llegó a
alcanzar los 40 metros de altura. En la actual isla se puede apreciar los rastros de
uno de los tres conos volcánicos que componían en ese entonces la isla. Al
expulsar tanto material, la cámara de magma se vació por completo provocando un
gran vacío que no se pudo reponer y colapsando todos los conos volcánicos sobre
sí mismos, formando el gran acantilado de Rakata, y una gran caldera que tiene
como medidas 5 km de largo por 8 km de ancho y siendo esta 40 veces más profunda
que los alrededores colindantes. La isla desapareció por completo.
Las
distintas investigaciones científicas han llegado a la conclusión de que esa no
fue la primera vez que sucedía un hecho similar, ya que gracias a la datación
por carbono de numerosos restos orgánicos que han quedado atrapados en las diferentes
capas de magmas que hay, dictaminaron que entre el siglo I y XIII se produjo una
hecho similar al de 1.883, sin embargo la poca precisión de estos datos (un
margen de error de 1200 años) hicieron que se buscara por otra parte registros
de la erupción. Para ello científicos del Antártico taladraron capas heladas
donde quedan registradas el Ácido Sulfúrico, dato muy a tener en cuenta ya que
las erupciones volcánicas desprenden grandes cantidades de Dióxido de Carbono
que se oxida en Sulfúrico. Estas capas de hielo sirven como diario del clima de
la Tierra, cada capa helada representa un año, se trata del mismo concepto que
se utiliza en los anillos de los árboles. Como era lógico los picos más altos
de pulsos eléctricos que representan al Ácido Sulfúrico de los últimos 1.000
años se encontraban en la franja de 1.883. De esta forma se encontró lo que los
científicos andaban buscando, los datos que demostraran finalmente el año
exacto de la gran erupción anterior a la de 1.883 que se había producido en la
isla de Rakata, los datos que se obtuvieron eran definitivos, un gran pico
eléctrico se situaba en el año 535, y para sorpresa de la comunidad científica
se trataba de una erupción bastante más potente que la de 1883. Dicha erupción
debió de tener un impacto global. El mismo proceso realizado en la Antártida
fue puesto en marcha en Groenlandia corroborando los datos y situando la
erupción cerca del ecuador, por lo que el misterio por fin parecía zanjado.
Sin
embargo el volcán no duerme y en 1.927 comenzarían las erupciones de nuevo bajo
el nivel del mar. No sería hasta 1.929 cuando de nuevo se levantaría sobre sí
mismo, esta vez conocida como Anak Krakatoa, es decir, hijo de Krakatoa. Poco a
poco fue creciendo hasta obtener la altura de nuestros días, los 813 metros de
altura. Hoy en día sigue creciendo a razón de 5 metros por año, siendo uno de los
volcanes más jóvenes y que más rápidamente está creciendo de todo el planeta,
los científicos auguran de nuevo un futuro violento, recordando una vez más a
los humanos, que hubo un día en el cual un dios furioso rugía sediento de
hambre y que probablemente jamás lleguemos a comprender por completo. Un dios llamado Tierra.
Continúa en: Cuando la Tierra habla: Darkness
A mí me da un yuyu vivir entre placas... están ahí en el Estrecho... esperemos que no se muevan mucho!
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