El poder de un Libro



            - ¿Qué te hace pensar eso?
- Verás, llegó el día en el que un hombre que había soñado, convirtió ese sueño en la realidad de su vida. Llegó el día en el que un hombre realizó el sueño de otro que había creído en ello, en sus sueños.
-Pero, entonces, ¿de qué vale vivir una sola vida si no vas a ser capaz de cumplir tus sueños?


No pudo contenerse y se rió con ironía, luego, sus oscuros ojos penetraron los de sus entrevistador de manera hiriente.

-Veo, que no comprende lo que le quiero decir. ¿Ha sentido esa extraña sensación de saber lo que va a pasar a continuación?- Asintió, mientras ponía correctamente sus gafas,- pues verá, nada de lo que ves, es real, y aunque lo fuera, nunca llegarías a comprender lo que se esconde tras ella. La clave está no en hacer realidad tu sueño, sino, crear ese sueño, para que otros sean conscientes de él. Manejamos un poder inimaginable, el poder de la mente. Esa es la clave.
- De manera que, esa es la clave incuestionable del ser humano, ¿no?
- Puede ser. Aunque yo lo veo de una manera muy distinta. A ver, pregúntate, ¿quiénes somos? ¿Dónde venimos? Son preguntas, las cuales no tienen respuestas. Quizás algunos científicos crean poseer la respuesta, pero están equivocados, no la hay. No existe. ¿Por qué? Muy simple, lo mismo que yo no poseo la verdad absoluta, cada persona no la tiene. Cada uno de nosotros somos el retazo de un sueño, la frase de una bella historia, la melodía de una fracción de cierta música, la pieza de un puzzle desordenado en el caos de un Universo consciente. No, cada persona posee su verdad, su propia “realidad”, y, aunque es posible unir todas las piezas de este juego, yo no lo creo posible, pues, eso resultaría demasiado trabajoso para cada individuo de este mundo. Sabe, nada es tan sencillo como parece, todo requiere su propia reflexión, e incluso, cuando crees que has encontrado la respuesta, alguien te hará creer en la posibilidad de una nueva puerta.

Se hizo el silencio, se había quedado absorto, mudo. Pensaba en lo que acaba de decir, un Universo consciente...

-Me interesa mucho lo que me acabas de decir, sobre eso de Universo consciente. Por otra parte estoy bastante de acuerdo, el mundo puede que no esté preparado para afrontar ciertas verdades- reflexionó sobre lo que iba a decir y prosiguió- puede incluso, que jamás encontremos la certeza de algo. Sí, estoy contigo.
- Me alegro de ello. Volviendo a la pregunta que me has lanzado. Mira amigo, no debemos buscar las respuestas, simplemente nuestra curiosidad debería hacernos llegar a las puertas de otras preguntas, por lo tanto, esta vez caemos en la siguiente: ¿Qué es la consciencia? Te podría asegurar, que se trata de un concepto tan abstracto, tan mágico, que por miles de científicos que la hayan definido, nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que es. Podríamos asegurar que una piedra no tiene consciencia, así lo creemos a pies juntillas. Pero es ahí cuando debemos distinguir entre tener consciencia a ser conscientes. Se trataría de campos totalmente diferentes, como estar dormidos o despiertos.

Sin poder percatarse de lo que iba a decir interrumpió de manera descarada su monólogo.

-¿Me estás diciendo que una piedra tiene consciencia?

Mirándolo con desprecio, continuó.- Si me dejas acabar, quizás lo llegues a saber.

-Sí, si, continúa.- Dijo avergonzado.
-A ver, por donde íbamos… Eso, es verdad, el Universo consciente. Bien, formúlese la siguiente pregunta, ¿Qué es el Universo? Muy bien, nadie va a poder responderla, la dejaremos aparcada para que cada uno de nuestros individuos responda a través de su propia y parcial verdad. Pero, según lo que podemos intuir, lo que creemos saber, desde que se creó este, nada se ha perdido. Podríamos decir que ha evolucionado, sí, todo lo que existe en él, lo que es en realidad, ha evolucionado, desde las más pequeñas moléculas a gigantescas galaxias, y porque no decirlo, la propia vida. Todo, absolutamente todo, ha surgido de la misma chispa, y esa chispa, aunque de manera diferente, nos persigue, nos guía hoy en día, esa chispa compone todo lo que conocemos, e incluso lo que no conocemos. Verá, desde que el hombre es hombre, y es consciente de ser este, se ha preguntado, ¿quiénes somos? Y hoy podría asegurar, que somos parte de ese Universo consciente del que te hablé antes.
- Ajá, pero, ¿cómo es eso? ¿Estás diciendo que piedras, humanos y estrellas somos esencialmente lo mismo?
-Exacto. ¿Cómo surgió nuestro sistema solar? Muy simple, un buen día una gran estrella estalló, se generó una gran cantidad de polvo y gas, que pronto generaría el nacimiento de nuevos cuerpos galácticos. Y en uno de esos, se creó lo que nosotros conocemos como Sistema Solar, y por ende, nuestro planeta. El Universo dispuso todos los ingredientes, todo el material para empezar una obra, y todo, a partir de la información que poseía con anterioridad, yo lo denominaría, evolución. Cuando nuestro planeta se hubo formado, pronto sería poblado, ¿Cómo y por qué? Nadie lo sabe, pero lo que es seguro es que se generó gracias al mismo polvo de estrellas que dio a luz a nuestro querido mudo y a nuestra querida estrella el Sol. De modo que, no es que seamos parte del Universo, somos Universo. Creo que eso valdría para responder tu pregunta.-Se quedó callado esperando respuesta, pero al percatarse que no iba a verla, prosiguió.-Sí, somos esencialmente lo mismo. La única diferencia es la información que albergamos, nuestro nivel consciente.
- Creo que lo voy captando. Lo que dices, es que desde el principio ha existido un límite de información, que ha evolucionado en diferentes formas, pero que en cada uno de nosotros queda un remanente de la misma. Por lo tanto, aunque no sepamos que está ahí, lo está.

Afirmó con la cabeza y esbozó una leve sonrisa.

-Veo que lo vas comprendiendo.
-Lo que no comprendo, es como puedes afirmar algo, que al comienzo negaste, ¿quiénes somos?
-Mmmhh… Veo que eres suspicaz, eso es bueno, pero como ya le he dicho, poseo mi propia verdad de los hechos, y eso es innegable, por lo tanto mientras crea en ello, será así, aunque esa parte de la verdad sólo sea realidad para un individuo existe esa posibilidad, y como cuál debe ser contemplada.
- Interesante cuanto menos. Se me ocurre una nueva cuestión.
- Eso está bien. Asimilas rápido los conceptos,- pudo atisbar cierta mueca de orgullo en sus labios- y eso me enorgullece, el quid de la cuestión, está en ella misma, las preguntas, aunque muchos buscan la respuesta, el juego está en plantear bien las cuestiones, es decir, en preguntar.
-Ya, sé que le gusta esa forma de pensar, y bueno, no está mal, pero a lo que iba, si afirmas que todo es información, ¿cómo podremos saber que todo esto no está computarizado, que los hilos de esta historia no está predicha?
- Creo por el bien de la humanidad, que debemos separar las cuestiones. Ves, has formulado una pregunta, mal planteada, dos en una, son cosas diferentes, cada cosa a su tiempo. Bien,- se quedó pensativo mirando al horizonte, se tocó sus castaños cabellos y continuó- a la primera parte de la pregunta, no podremos saberlo nunca, o eso creo. Aunque puedan existir evidencias de ello es difícil pensar que este Universo es parte de la imaginación de otro, aunque pudiera serlo. De hecho, quién puede negar la creencia de unos pocos insensatos que lo creen. Nadie. Yo mismo opino de forma parecida. Vale, nos encontramos con esa posibilidad y la podemos admitir como verdad absoluta, lo cual es difícil, la verdad no es absoluta, tiene matices, pero bueno, allá vamos, hagamos un experimento.
- ¿Un experimento, señor?
- Sí, eso he dicho.
            -¿Y, se puede saber en qué consiste?
-Coja un folio en blanco.
-Sí.

Rebuscó en su maletín, y sacó una gran cantidad de folios vírgenes, impolutos, la luz de las ventanas se reflejaban en sus blancos dorsos, se recostó en su silla, cruzó las piernas y miró a su interlocutor.

-¿Y bien?
-Saque un bolígrafo.-Así lo hizo.-Bueno, ya lo tienes todo, ahora escriba una historia.
-¿Pero qué tipo de historia, con qué personajes, cómo? ¿Lo que quiera?
-Ahí está el problema, ¿cómo? Ves no es tan fácil. Haga una historia así de simple.

Así lo hizo, empezó a escribir, a veces paraba, pensaba, volvía a escribir, dudaba, tachaba partes ya escritas cuando lo leía…

-Ves, incluso si eres el Dios de la historia que estas creando, a veces, en la mayor parte de las ocasiones, no tienes ni idea de lo que va a pasar. Ya tienes tu respuesta.
-¿No estamos predestinados?
- Claramente no. Tu puedes crear un Universo, con sus normas propias normas, con sus leyes físicas, sus ecuaciones, etc… Incluso puedes hacer que se dirija hacia cierto fin, pero en el transcurso del viaje, jamás podrás controlar los problemas que surjan, las evoluciones que se vayan a dar, no puedes determinar cada paso, no puedes escribir lo que va a pasar cada instante, es imposible.
- Pero tras años de estudios, quizás si pudieras. Si reflexionas lo suficiente, o no ya eso, teniendo un ordenador, se podría hacer, ya lo hemos dicho anteriormente, computarizado.
- Visto de esa manera sí, pero yo no lo creo, se producirían virus, mutaciones que no puedes controlar, no puedes llegar a controlar todo, no existe la verdad absoluta, ya hablamos de ello. De la misma manera, si quieres creer eso, no me opondré, pero piensa, por qué estás aquí, sentado conmigo, por qué estamos manteniendo esta conversación.

Incrédulo, lo miró sin comprender.

-No entiendo lo que quieres decirme.
- ¿Recuerdas algo antes de esto?

Se quedó pensativo. Su cabeza era una nebulosa, como un papel con cientos de letras en él, sin disposición alguna, arrugado y roto, en la recóndita esquina de una habitación abandonada en la penumbra de la noche. Empezó a sudar, sin saber que decir, miró a través de la ventana, pero ya no estaba ahí, agachó la cabeza nervioso, y luego la levantó y miró a los ojos del chico, a esos ojos castaños oscuros... No comprendía nada.

-¿Quién soy?
- Eres yo mismo. Producto de mí, te estoy escribiendo, pero no te preocupes amigo mío, incluso tu historia no ha sido determinada, en algún recóndito lugar de mi cabeza se encuentran fragmentos de nueva información de cuestiones insoldables, ya te lo dije, toda información perdura en el tiempo, y tu también lo harás. No tengas miedo, yo soy el Universo que gobierna al tuyo, cuando te hayas unido a él sabrás la verdad absoluta, o quizás no.

Todo se esfumó….

Todo está al alcance de la imaginación mientras exista un papel, lápiz y un buen libro donde apoyarte. Feliz semana del Libro.

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