Yamal: Agujeros en la Tierra del Fin del Mundo
La península de Yamal
está siendo noticia en las últimas semanas por unos “misteriosos” agujeros que
se pierden en el interior de nuestro planeta. Dicha península se encuentra
localizada en el océano Ártico, al noreste de Siberia. De unos 120000 km2,
se interna alrededor de 700 km en el mar, en dirección sur-norte. Curiosamente
el significado de “Yamal” en la lengua de los indígenas, los nenets, significa
“Fin del Mundo”.
Geológicamente la
península es muy joven, compuesta generalmente por permafrost, una capa de
hielo permanente en los niveles superficiales de las regiones muy frías, que en
algunos lugares, podrían llegar a tener unos 10000 años de antigüedad.
Yamal ha sido terreno
de disputas entre ecologistas y aquellos que quieren explotar al máximo esta
rica tierra en gas natural, no en vano en ella permanecen las mayores reservas
de toda Rusia, en la zona denominada Bovanenkovskoye. La disputa es más que lógica
debido a que en Yamal, es el lugar donde mejor se conserva la cría tradicional
de renos de toda Rusia. Los pastores
nómadas se hacen cargo del medio millón de renos domésticos que viven en tal
paraje.
Es en esta península
donde un pastor de renos, encontró por 2007 los restos mejor conservados del
mundo de una cría de Mamut de unos seis meses de edad, y que, la comunidad
científica estudia desde entonces como una más que valiosa posibilidad de
volver a traer a dichos mamíferos a la vida, gracias a las técnicas de
clonación actuales. Aunque, eso será tema de debate en otra ocasión…
Lo cierto, es que desde
la segunda quincena del ya pasado mes de Julio, se viene hablando de la llamada
tierra del “Fin del Mundo” por unas más que misteriosas cavidades que se
internan en la Tierra en alguna ocasión hasta los 100 metros de profundidad.
Los diferentes medios ante el desconcierto, han hablado desde entonces desde la
posible y nueva teoría del corrimiento del permafrost, a la caída de
meteoritos, pasando por misiles extraviados y naves extraterrestres horadando
la tierra en busca de minerales valiosos.
Lo cierto es que el
campo de gas que se extiende por la península fue descubierto en los años 70
del pasado siglo, siendo la empresa de Gazprom quien comenzó con la producción
a gran escala hacia esos años. Esto ha hecho pensar a algunas personas en la posibilidad
de que los extraños agujeros fueran fruto del ya conocido fracking, técnica que
puede posibilitar o aumentar la extracción de gas petróleo del subsuelo. Aunque sin embargo,
dicha posibilidad parece descartarse y entrar de lleno más en el ámbito de las
conspiraciones.
“No
había ningún rastro de impacto antropogénico cerca del cráter, ni ningún rastro
de presencia humana, a excepción de muy pocas huellas de trineo y, por
supuesto, los rastros de renos. Si hubiera sido un desastre hecho por el hombre
vinculado al bombeo de gas, habría ocurrido cerca de los campos de gas”,
dijo Andrei Plekhanov, investigador Senior del Centro Científico Estatal del
Ártico.
Dejando de lado la
posibilidad del impacto de un meteorito, se barajaron “in situ” tres posibilidades
que podrían haber producido los agujeros, pues debemos recordar que al más
famoso de ellos, redescubierto por un helicóptero Mi-8 cuando sobrevolaba la
zona, a unos 20-30 km del campo de gas de Bovanenkovo, tenía unos 30 metros de
diámetro y una profundidad de 70 metros, al cual debemos unir otros dos, uno de
características semejantes ubicado al este de Yamal en el distrito de Taz, de
unos 15 metros de diámetros aunque hasta el momento se desconoce su
profundidad. Y, por último, alrededor de 300 km del primero, en la Península de
Taimyr, se encuentra otra cavidad de 4 metros de diámetros cuya profundidad se
piensa que oscila entre los 60 y los 100 metros.
La primera de esas
posibilidades es la formación de una dolina debido al colapso de una bóveda
subterránea. A pesar de ello, los estudios parecen alejarse de esta posibilidad
ya que en la península de Yamal no se tienen constancias de dichos accidentes,
y también teniendo en cuenta que el efecto embudo, debería de darse de forma
diferente a la que se encuentra, es decir, con el elemento superfluo del suelo
tirado alrededor del cráter.
Otras de las opciones
barajadas sería derivada de la formación de un montículo como resultante de
agua a presión, no obstante, según los diversos informes, los montículos no
tienen las características que normalmente se dotan a estos accidentes
geográficos.
La última de las
teorías más plausibles, en declaraciones de la geóloga Anna Kurchatova del
Centro de Entrenamiento del Ártico sería, la formación de un cráter debido a la
explosión del gas atrapado bajo el permafrost que hizo el efecto que el gas
realiza en una botella de champagne bajo el suelo, expulsando así desde el
interior una mezcla de hielo y arena combinada con la sal que formaba el mar en
ese mismo lugar unos 10000 años antes. Según ella, experta en mineralogía, por
las características del terreno, el gas se fue acumulando por mucho tiempo a
unos 15 metros de profundidad, donde no podía escapar a través del permafrost,
haciendo que cuando el hielo se fue derritiendo, saltara por los aires.
“El
factor es extremadamente grave y preocupante”, dijo Kurchatova.
“El impacto del calentamiento global es
más pronunciado en el Ártico. En los años 70 del siglo pasado la temperatura
media del permafrost en la zona Bovanenko era -8 grados Celsius. Ahora en
algunas áreas ya es menos de -3 grados”.
“¡Horrible
fenómeno! Imagínense lo que pasaría si una explosión ocurre en los lugares de
tuberías, de producción y de procesamiento de gas”,
dijo la geóloga. Para ella Yamal no es una extensión congelada inmutable y
recomienda “escuchar con sensibilidad a
fin de evitar sorpresas desagradables”.
Debido a que los
primeros exámenes que se realizaron fueron gracias al video viral que el Mi-8
grabó en el lugar, las hipótesis debían ser corroboradas por un grupo de
científicos que días más tarde, el 16 de Julio, se desplazarían hacia el lugar
para recabar información. Según unos primeros análisis la científica Leibman se
pronunció sobre lo ocurrido:
“Esta
es una salida puramente mecánica, que probablemente haya sido debida al aumento
de presión durante la congelación y el cambio de volumen en alguna cavidad, que
era reserva de gas de los pantanos. Lo que se vio era todo agua y rastros de
corrientes”, declaró Marina Leibman, investigadora
del Instituto de la Criosfera de Siberia.
Por otra parte, “muchos científicos que estudian la geología
del cuaternario estarían dispuestos a explorar la pared vertical del cráter.
Cabe señalar que en la literatura hay una teoría de que en Yamal los lagos se
formaron por la eyección de gas de los pantanos, pero lagos profundos pueden
ser simplemente el resultado de proceso termokársticos. Viendo lo que está
sucediendo hoy en día, veo que la teoría puede muy bien tener un significado
profundo”, comentó Leibman.
Este curioso proceso
que describe Leibman se produce cuando el permafrost se descongela gradualmente
en las regiones árticas, pero, antes de hacerlo, algunas zonas crecen
exponencialmente en tamaño formando una superficie en forma de cúpula. De
hecho, debajo de dicha cúpula, ahora destruida y en forma de cráter, se esconde
un lago congelado, surgiendo sobre él una corriente de agua por las paredes
erosionadas del permafrost.
Hasta el momento, se
cree que el cráter se encuentra compuesto por un 80% de hielo, el cual ya fue
recogido y mandado a analizar a los laboratorios. Por otra parte, se trabaja
gracias a los satélites para determinar exactamente la fecha de su formación.
Los dos veranos
anteriores, en los años 2012 y 2013 fueron relativamente calientes para el suelo
de Yamal, “Tal vez esto ha influido de
alguna manera la formación del cráter”, dijo Plekhanov. “Pero tenemos que hacer nuestras pruebas y
la investigación primero, y luego decirlo de manera más definitiva”, agregó
el científico.
“No
hay nada misterioso aquí, es simplemente la ley de la madre naturaleza con su
presión interna y los cambios en las temperaturas”,
matizó Andrei Plekhanov.
Por lo pronto, a ojos
de Plekhanov, el cráter se formó por fuerzas internas, haciendo que hubiera una
expulsión en el permafrost. Para nada tendría que ver con una explosión, ya que
no se liberó calor cuando el suceso ocurrió, por lo que simplemente se trataría
de una expulsión. Según él, existen evidencias que hace unos 8000 años se
dieron estos procesos, y que, de confirmarse, estaríamos siendo testigos de
algo verdaderamente único e inusual.
Los estudios iniciales
sobre el muro del cráter, según Leibman revelan, que están constantemente
descongelándose, cayendo al interior del foso, donde sospechan vuelve a
congelarse. En el futuro, si la temperatura siguiera aumentando, la corriente
de agua que caería en su interior se intensificaría de este modo,
probablemente, no dejaría margen suficiente para volver a congelar el agua, por
lo que se formaría un nuevo lago.
“Es
un fenómeno interesante (…), y en este momento estamos discutiendo las mejores
maneras de explorar el sitio”, explicó Vladimir
Pushkarev, Director del Centro Científico Estatal Ruso de Investigación del
Ártico.
Así las cosas, una vez
más, recientemente, esta parte de Siberia sería nuevamente noticia por el
redescubrimiento de dos nuevos fosos que se perdían en las profundidades de la
tierra. Como comentamos anteriormente,
uno se encontraría a unos 100 km del sitiado en Yamal, mientras que el
otro se localizaría a una distancia de
300 km concretamente en la península de Taimyr.
Un diputado del parlamento regional, Mikhail Lapsui, se desplazaría hacia el
lugar del segundo foso de Yamal sobrevolándolo en helicóptero. Lapsui, comentaría más tarde lo que pudo ver
con sus propios ojos.
“Volé
en helicóptero para inspeccionar este embudo el sábado 19 de julio”,
dijo a Siberian Times. “Hay tierra
arrojada fuera, como si se hubiera producido como consecuencia de una explosión
subterránea”.
Según los lugareños, ya
se tenía constancia de la formación de dicho agujero por Septiembre del pasado
2013.
Marina Leibman se pronunció
una vez más sobre tal evento:
“He
oído hablar del segundo agujero de Yamal, en el distrito de Taz, y vi las
fotos. Sin duda, tenemos que estudiar todas estas formaciones. Es necesario que
seamos capaces de predecir su aparición. Cada nuevo embudo proporciona
información adicional para los científicos”.
En cuanto al posible
origen de este, resultaría de una elevada concentración del metano como
Plekhanov atestigua, ya que, los datos recogidos sobre el terreno elevan a una
tasa de 9,6% la concentración de este gas en el aire, cuando normalmente se
encuentra en una tasa de 0,000179%. Una vez más, vendría asociado con los
veranos anormalmente cálidos de los últimos años que está afectando a la estructura
helada del suelo, liberando estos gases de efecto invernadero.
Por otra parte el de Taimyr, se ubica cerca del río Yeniséi, se tiene constancias de él desde Abril de
2012, gracias a los cazadores del lugar, aunque eso sí, como sus dos hermanos,
sería de formación geológica reciente.
Es pronto para sacar
conclusiones, aunque todo parece indicar que este extraño fenómeno tiene mucho
que ver con el calentamiento global del que tanto hablan los científicos, y tan
poco quieren saber nuestros gobiernos. Lo más grave del hecho, no es estas
formaciones, si no como poco a poco el agua congelada por milenios vuelve a su
estado líquido, elevando el nivel de los océanos, liberando gases encerrados en
su interior de efecto invernadero, y posiblemente, microorganismos que poco o
nada sabemos de ellos. Está claro que habrá que hacer un examen exhaustivo de
cada uno de estos “poros” de la tierra, ya que seguramente cada uno de ellos
nos revele información adicional para averiguar en qué estado se encuentra
nuestro paciente, en este caso nuestro planeta, la Tierra.
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