Ella

Mis palabras ya no tienen sentido. Mis suplicas…, la vida misma parece haber perdido el color que tenía tiempo atrás. Mis miedos… cumplidos.
            Hace un tiempo era realmente feliz, feliz por cómo era, como veía la vida. Escribía, leía, iba al cine, y las horas pasaban pensando en la vida que me esperaba, en las alegrías que estarían por llegar, en las quedadas con mis amigos, en los abrazos de mi familia.
            
            Y un buen día apareció ella.
           

            Con el tiempo supe saborear cada instante, cada latido de su corazón, cada te quiero, cada risa suya, cada mordisco, cada caricia, cada musiquilla cantada por su bella voz. Mis días eran más felices a su lado, y mi felicidad era mayor aun viéndola feliz. Ver sus bellos ojos verdosos buscando los míos tras un fuerte abrazo. Qué feliz era…
            Tuve que abandonar Granada cada semana por temas de estudios, y cada viernes las ganas de volver a estar a su lado me impulsaban con mayor fervor a desplazarme e iniciar el camino. A veces la carretera era un lugar oscuro y solitario, otras de gran aglomeración, algunas de tristeza por lo que pasaba en el mundo, el camino transcurría en ocasiones bajo el manto estrellado que cada día se eleva por encima nuestro haciéndonos recordar lo diminutos que somos, que cada instante es el último, que ya no volverá, y no podemos mirar atrás… a pesar de las tormentas que en contadas ocasiones me encontraba en el camino, incluso con el miedo de no ver más allá de mi limpiaparabrisas, saber que te tenía ahí era lo que me hacía avanzar con determinación.
            En los tiempos de estudio, de trabajo, donde podían surgir conflictos entre compañeros, ella era la llama que me hacía olvidar las disputas que hubiera podido tener durante el día, su calor hacía que de algún modo u otro en mi rostro se marcara una sonrisa.
            Cuando discutíamos y me hacía el orgulloso, mi corazón latía con más fuerza, incluso en los tiempos de separación, por haberla encontrado, por saber que pasara lo que pasara ese sentimiento jamás moriría.
            Me encantaba estar con ella, incluso en la noche, en el silencio, cuando dormía, poder abrazarla con fuerza, oler su pelo y sentirme afortunado de tenerla. Quizás faltaron palabras, quizás no supe decir lo mucho que necesitaba estar con ella, incluso cuando no quería, no podía o no debía…. Debí decirle que si hacían falta mil noches de insomnio para cuidarla si caía enferma lo haría gustoso, porque más allá de las palabras, quería sentir su presencia, su amor….
           
            El pasado no se puede cambiar, está escrito con tinta… A veces pesa, duele, aunque el tiempo puede enmendar algunas cosas. También  me ha enseñado, que algunos errores que cometemos pueden hacer que crezcamos como personas, que una amistad se marchite, y reverdezca más fuerte, que una pareja rompa… La respuesta para volver a unir esos lazos que sin duda nos conecta con el otro, es saber dónde tropezamos, hablar sobre ello y no volver la mirada hacia atrás…
            Sé que el tiempo da las respuestas a algunos interrogantes que por lo que fuera aparecen en nuestra vida. Jamás he olvidado ni olvidaré a un compañero o amigo que me hubiera tratado con respeto y cariño, pienso en todas y cada una de esas personas que me han hecho ser como soy hoy en día. Todos han jugado un papel importante en esa evolución mía como persona… Quizás incluso haya alguna que ya no me recuerda, o no sabe lo importante que fue él o ella para mí… Pero yo les agradezco haber formado parte de mi vida, haberme construido tal y como soy de alguna manera, con mis defectos y mis virtudes… Si eso ocurre con ellos, ¿cómo voy a olvidar a una de las personas que hasta el momento ha sido más importante en mi vida? ¿Cómo voy a poder olvidarla si me enseñó a amar?
            Perdona mis silencios ahora, perdona por mis errores. Es duro.

            No sé qué ocurrirá en el futuro… El tiempo me devolverá a ti si es lo que aún deseas, dame tiempo… Eres preciosa, jamás lo olvides, eres maravillosa, muestra tu sonrisa siempre, no tengas miedo del pasado, enfréntalo, y jamás olvides que para ti eres la persona más importante que existe en tu vida. Te quiero. Te amo. Pase lo que pase un cachito de mi corazón es tuyo, y una parte de mí también. Sé feliz, guapa.


Comentarios

  1. Recuerda que todo lo bueno que sientes, está dentro de tí

    Besos de MªAngeles LM

    ResponderEliminar
  2. La vida sigue y todo lo vivido se va contigo dentro. Confía en lo que está por venir, te puede hacer feliz igualmente. Un beso, guapo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares